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1. Evaluar tu capacidad de pago y elegibilidad
- Revisar tu historial crediticio (en México; extranjeros pueden necesitar construir crédito local).
- Calcular el enganche (generalmente 10%–30% del valor de la propiedad).
- Verificar que la mensualidad no exceda 30%–35% de tus ingresos.
2. Elegir el tipo de hipoteca
- INFONAVIT (para trabajadores formales, respaldado por el gobierno).
- FOVISSSTE (para empleados del gobierno).
- Hipoteca bancaria (en bancos como BBVA, Banamex, Santander—tasas más altas pero flexibles).
- Préstamos para extranjeros (algunos bancos, como HSBC México, ofrecen créditos a extranjeros con residencia).
3. Precalificación del crédito
- Presentar documentos (INE, comprobantes de ingresos, estados de cuenta, declaraciones fiscales).
- El banco evalúa y emite una carta de preaprobación (válida por ~3 meses).
4. Búsqueda de propiedad y due diligence
- Encontrar una propiedad dentro del presupuesto (con un agente inmobiliario confiable).
- Verificar el título de propiedad (sin gravámenes o disputas legales).
- Avalúo bancario (cuesta ~3,000–3,000–8,000 MXN).
5. Aprobación final y firma de documentos
- El banco revisa el avalúo y define términos finales (tasa de interés, plazo—usualmente 10–30 años).
- Firmar pagaré y escritura hipotecaria (ante notario público).
- Pagar gastos de cierre (~3%–7% del valor: honorarios notariales, impuestos, seguros).
6. Escrituración y desembolso
- El notario registra la propiedad en el Registro Público.
- El banco transfiere los fondos al vendedor.
- Recibes las escrituras y comienzas a pagar la hipoteca.
Aspectos clave:
- Tasas de interés: Fijas o variables (generalmente 8%–12% para locales; más altas para extranjeros).
- Extranjeros: Pueden necesitar un aval mexicano o engarche mayor (30%–50%).
- Seguros: Obligatorios (seguro de daños, a veces de vida).
- Moneda: Los créditos son en MXN (pesos)—extranjeros enfrentan riesgo cambiario.